Ponemos en conocimiento público un nuevo caso de violencia y abuso policial que se presentó el pasado 22 de junio de 2020 en el barrio Brisas del Volador de Ciudad Bolívar (Bogotá).
En varios barrios de la localidad de Ciudad Bolívar, como Potosí y El Recuerdo, ya se habían presentado casos de uso abusivo y desproporcionado de la fuerza por parte del ESMAD y de la Policía Nacional. Cabe recordar que, en el marco de las protestas de mediados de abril para exigir condiciones dignas en el contexto de la cuarentena, ante la ausencia de medidas positivas y eficaces para garantizar la alimentación de los habitantes, se utilizaron gases lacrimógenos de manera indiscriminada contra niños y niñas, adultos mayores y mujeres embarazadas. Además, la Policía utilizó choques eléctricos en contra de una joven de 22 años que se encontraba en estado de gestación, y le dispararon a su hermano, otro joven de 24 años, en el barrio El Recuerdo.
En este caso, denunciamos graves hechos de tortura y tratos crueles por parte de agentes de la Policía en contra de integrantes de una familia en Brisas del Volador.
Hechos
- El 22 de junio, un hombre se encontraba saliendo de la casa de un familiar en donde se estaba celebrando un cumpleaños. Hacia las 2 de la mañana, aproximadamente, se dirigió a su hogar en compañía de su primo y su esposa. Estando a media cuadra de su casa, la Policía que se encontraba cerca gritó “¡alto ahí!”, e hicieron dos disparos al aire, por lo que el hombre se asusta y sale corriendo.
- Posteriormente, unos policías en moto lo alcanzan a interceptar de manera agresiva y lo tumban al suelo. Desde ese momento, sin ninguna justificación, empiezan a golpearlo con la tonfa/bolillo y a ahorcarlo contra la acera, ocasionándole lesiones graves en su cuerpo y su ojo izquierdo. Su primo también fue golpeado.
- La madre de la víctima se percata de los hechos y sale de su casa para ayudar a su hijo, sin embargo, ella también resulta agredida por un agente de la policía, quien le pega una patada y varios golpes con la tonfa/bolillo.
- Luego, un agente de apellido Rodríguez le propina choques eléctricos con una “taser” al hombre y su madre. El primo también recibe descargas eléctricas en el cuello, al intentar reclamarle a los policías, lo que ocasiona que se desmaye. Mientras tanto, el hombre es arrastrado por la Policía y señalado de ladrón por haber corrido al escuchar los disparos. En ese momento, su celular cae al piso y los agentes de Policía lo pisan con el fin de destruirlo.
- Varias personas en el lugar le reclamaron a la Policía por el procedimiento policial que claramente no se ajusta a la ley, pero la Policía respondió con insultos y haciendo más disparos al aire.
- La Policía detiene de manera injustificada al hombre y su primo, quienes son llevados en una patrulla al CAI de Vistahermosa, en donde fueron objeto de requisas invasivas y siguieron recibiendo golpes. Además, les fueron hurtados 200 mil pesos.
- Al hombre lo retienen sin justificación alguna hasta las 6 a.m, mientras que su primo es dejado en libertad. Durante su estancia en el CAI, es esposado a una reja en una posición incómoda y recibe varios golpes en las costillas, la espalda y el abdomen con la tonfa/bolillo que le hacen perder el conocimiento por algunos minutos. La Policía solo le dice “eso le pasa por rata, por ladrón”.
- La madre intentó anotar los números de identificación de los agentes involucrados en estos hechos, sin embargo, fue amedrentada.
- Cuando la persona ilegalmente retenida fue puesta en libertad por otro agente de Policía que se encontraba en el CAI, quien redactó un informe sobre las condiciones en las que esta persona llegó, uno de los agentes que participaron de los hechos se burló y le volvió a decir “si ve lo que le pasa por ladrón, por rata, si ve…”.
- El hombre salió del CAI sin zapatos y se dirigió al hospital de urgencias, donde dejaron constancia de las lesiones y hematomas en todo el cuerpo. Sin embargo, no se le realizaron algunos exámenes necesarios, como el TAC, teniendo en cuenta los altos costos ya que la persona no cuenta con seguridad social.
- Finalmente, intentó interponer la denuncia del caso en la URI de Molinos en varias ocasiones, pero no pudo hacerlo puesto que funcionarios del lugar le dijeron que no era posible hacerlo de manera presencial por la situación provocada por la pandemia. Tampoco pudo hacer la denuncia vía telefónica. De igual manera, tampoco se ha realizado una valoración médico legal.
Ante la gravedad de estos hechos, hacemos los siguientes llamados a las autoridades
- A la Fiscalía General de la Nación y organismos de control, que inicien las investigaciones correspondientes para sancionar y establecer el grado de participación de los diferentes policías en la vulneración de derechos fundamentales y la comisión de graves delitos y faltas disciplinarias. Además, que se realicen los exámenes medico legales pertinentes conforme al protocolo de Estambul, para identificar la ocurrencia de hechos de tortura.
- A la Policía Nacional le pedimos que aparte de su cargo a los agentes involucrados en estos hechos y adopte las medidas necesarias para evitar que esto se repita.
- A la Procuraduría General de la Nación, que asuma de manera preferente y oportuna toda investigación que se inicie por estos hechos y actúe con diligencia para evitar que funcionarios públicos comprometidos en graves violaciones a los derechos humanos continúen en su cargo.
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